Cuando Harlem hizo vibrar al mundo capitulo III: The Nicholas Brothers

 
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Baila para encontrar la sonrisa con la que mereces vivir, baila para dejar de creer que los días son más que recuerdos grises…baila para que el ritmo sea la fuerza con la que pises…
— (Bronny)
 

Texto por Bronny

 

NOTA: Aunque la mayor parte de la vida artística de estos geniales bailarines no se proyecta sólo desde Harlem, he querido incluirles en este espacio en el que repaso el renacimiento de Harlem, a través de lxs artistas que le dieron forma. Estos capítulos tienen un cariz diferente al resto de textos y pretenden incidir de lleno en el contexto en el que se forjó el movimiento, teniendo a su vez un carácter de agradecimiento a las figuras que de un modo u otro le dieron vida.

Intentar abordar el enorme impacto que tuvieron The nicholas Brothers no es tarea fácil, igual que su particular manera de entender la danza. Pero incluso la genialidad que caracteriza a un genio tiene un inicio…

El 20 de octubre de 1914, nace en Mobile, ciudad del estado de Alabama Fayard Nicholas, hijo de Ulysses y Viola Nicholas; Baterista y Pianista respectivamente. No fue raro que el nuevo miembro de la familia se empapase de arte desde temprana edad, y más teniendo en cuenta que sus padres le llevaban de gira con ellos cuando actuaban. Hablamos de una época donde estilos de sobra conocidos como el jazz aún no estaban del todo definidos. Estos años son determinantes para la evolución de la música y danza afroestadounidense tal y como las conocemos hoy día. Siendo muy pequeño, Fayard copiaba los pasos de baile de claqué (entre otros estilos) del resto de artistas afroamericanos que tenía oportunidad de ver cuando su familia estaba de gira. Es el 17 de Marzo de 1921 cuando nace en Salem, Carolina del norte, el que sería su otra mitad: Harold Nicholas. 

Portada de “The Guardian” 1943

Portada de “The Guardian” 1943

Pese a que es del todo imposible no hablar de racismo en esta primera mitad del siglo XX, 1921,  año en el que nació Harold, fue especialmente cruento. A finales de mayo de ese mismo año tuvo lugar en Tulsa, Oklahoma (ciudad cuyos habitantes negros tenían un nivel adquisitivo alto)  tuvo lugar una de las mayores masacres racistas de la historia.

La mecha se encendió en el momento en el que un joven negro fue acusado de violar a una joven blanca. Este tipo de acusación era muy propia de la época al igual que la quema y linchamiento de personas negras por parte de los blancos. Varios lugareños negros se personaron en el lugar donde estaba retenido el joven para asegurar un mínimo de legalidad. Hubo peleas y muertes. El 31 de mayo, al día siguiente, comenzó una masacre en toda la ciudad. El resultado final fueron 300 personas negras asesinadas (según medios afro estadounidenses). Incluso se tiraron bombas incendiarias desde avionetas privadas contra locales y casas de gente negra a las que por cierto, jamás se compensó.

 
Tragedia de Tulsa (1921) Fuente Wikipedia

Tragedia de Tulsa (1921) Fuente Wikipedia

 

Harold venía al mundo en un momento aún complicado por su condición racial, y sus padres lo sabían. Tras varios años viajando por motivos artísticos, la familia se aleja del sur y se asienta en Filadelfia en 1926.

Dorothy, la hermana que hasta entonces bailaba con Fayard, decide dejar de bailar pues le llamaba más la atención la actuación. Pronto se hace notar el pequeño Harold  que sin remedio empieza a copiar todo el baile que su hermano desarrollaba. Por si fuera poco, tanto Fayard como Harold también tenían aptitudes para el canto y la actuación -cosa que supieron explotar en muchas de sus apariciones filmográficas-.

En los años 20, la música jazz y sus variantes lo invaden todo y Harlem se adueña del protagonismo y no sólo en lo artístico: La hetero-normatividad imperante a veces parecía que en esas calles no mandaba. Artistas geniales como Gladys Alberta Bentley, dan fe de ello. Las distintas danzas afro estadounidenses emergen con fuerza siendo representadas durante muchos años por figuras tan importantes como Frankie Manning y este enorme clima de creatividad atrajo a estos genios autodidactas al mágico Harlem. 

En 1932 (e intermitentemente  hasta que el club cerró en 1939) empiezan a actuar en el Cotton Club: el famoso club en el que los negros tenían prohibida la entrada a no ser que fuesen los artistas encargados de entretener a un público enteramente blanco. Mezclarse con los negros no era adecuado pero la doble moral racista nos ofrece esta incoherencia.

Fayard y Harold estuvieron dos años trabajando con las orquestas de Duke Ellington y Cab Calloway entre otros.  Estos dos hermanos estaban desarrollando un nivel tan elevado en danza que podían competir con artistas de más experiencia en los escenarios.

 
 
 
 

En 1934 debutan con la película “Kid millions”. Aparte de apreciar el enorme talento de The Nicholas Brothers también podemos ver el “blackface” en su máximo esplendor de la mano de Eddie Cantor (artista de origen judío que no dudó en cambiar su nombre para leuco-americanizarse). Con la cara pintada de negro y haciendo lo propio de este tipo de representaciones, Eddie Cantor baila junto a los hermanos. Podemos ver cómo la comunidad negra despertaba varias sensaciones a las personas blancas que se dejaban llevar por los prejuicios. Por un lado, eran objeto de admiración en diferentes áreas. Por otro, eran objeto de odio racial, lo que les eximia en la mayoría de las ocasiones de poder protagonizar su propio arte, teniendo que recurrir a gente blanca que continuamente se pintaba de negro para de paso, ridiculizar y fomentar los estereotipos racistas. Era un modo de no reconocer a la comunidad negra como sus iguales. Al ser motivo de burla oficial, quedaban exentos de ser merecedores de respeto.

Al igual que muchos artistas negros, The Nicholas Brothers figuraban como artistas invitados en varias películas, cobrando menos por trabajar en una categoría profesional inferior. Además, de este modo, el equipo creativo se aseguraba más libertad para poder eliminar las escenas en las que salían artistas negrxs cuando la película se proyectaba en estados donde literalmente no los querían ni en pantalla o les parecía inapropiado que los negros tuviesen “demasiado protagonismo”. Por culpa de hechos como este, entre otros; parte de la población blanca dio por sentado erróneamente que los negros no desarrollaron nada en relación a la música y la danza, y que por consiguiente,  los negros se apropiaron de la “música negra”. Consideraban que el jazz, o estilos de baile como el lindy hop, etc. lo habían desarrollado los blancos. Puede parecer una locura y lo es. Un claro ejemplo lo tenemos décadas después con Elvis Presley a quien durante muchos años se le atribuyó la creación del rocknroll

En 1936, The Nicholas Brothers participaron en el musical de broadway “Ziegfeld Fullies of”. La gente quedaba boquiabierta cada vez que les veían actuar. Cabe destacar que en ese mismo año, el cartero afroestadounidense de Harlem, Victor Hugo Green, saca a la luz “Green Book” (como se le conoció popularmente) una guía para personas negras en las que se señalaba los sitios por donde podían transitar, hospedarse y comer sin que su vida corriese demasiado peligro si iban al Sur. El libro fue un éxito total, claro. Pero para éxito el que cosechaban The Nicholas Brothers tras participar en el musical “Babies in arms” un año después, en 1937. Recibieron clases del maestro de ballet George Balanchine, también coreógrafo del musical, que les animó a ser parte del elenco. Como no podía ser de otro modo, esta formación extra hizo aumentar las habilidades de estos dos hermanos que jamás habían recibido clase de baile.  Fue también en 1937 cuando tuvieron oportunidad de viajar por vez primera a Europa con contrato artístico bajo el brazo.

Al adentrarnos en los años 40 podemos observar como la definición y genialidad de los movimientos de The Nicholas Brothers alcanza su apogeo.  El flash dancing como llamaban a su estilo era literalmente único. Tras aparecer en la película “Down Argentina way”  les podemos ver en “Stormy Weather” de 1943, una película cuyo elenco era enteramente negro y en la que volvieron a compartir espacio con Cab Calloway.

 
 

Es importante señalar que en cuanto a estética se refiere, The Nicholas Brothers se alejaban de la imagen que siempre daban las personas negras ante la cámara (y por supuesto no es porque ellos tuviesen poder de decisión total). Muchos artistas negros siempre aparecían como personal de servicio/sirvientes. Gracias a su genialidad en estos años difíciles no les faltó trabajo. Arrasaron y asentaron su éxito incluso fuera de EE.UU. Viajaron a América Latina, África y Europa. Llegaron a actuar en 1948 ante Jorge VI, rey de Reino Unido quién por cierto había dejado de ser emperador de India el año antes. (Este señor aparte de admirar el talento de The Nicholas Brothers fue partícipe de la muerte  por inanición de cinco millones de indios a principios de los años 40, igual que Churchill) 

Pero más allá del mundo artístico, era muy diferente la situación económica para gran parte de las personas negras. Para situarnos, en la década anterior en los años 30, se habían aprobado leyes que obligaban a establecer un ingreso mínimo, un ejemplo de ellas fue la “ley estándares laborales justos” de 1938.  Esta ley regulaba un ingreso mínimo para trabajadores dedicados al comercio interestatal, que lejos de beneficiar a los negros, provocaba que pudiesen ser discriminados por razones de raza gracias a su vacío legal, lo que  ocasionó un paro laboral más notorio.

La década de los 40 para The Nicholas Brothers se caracterizó por su aparición en numerosos films como los ya mencionados. También fue importante su participación en “The pirate” (1948) donde compartieron arte con Gene Kelly, quien junto con Fred Astaire reconocerían el enorme potencial de los hermanos.

 
 

Ambos hermanos se casaron y se separaron varias veces. Harold, el pequeño, estuvo nueve años con la genial artista afro estadounidense Dorothy Dandridge. En los siguientes años un aluvión de películas asentaron su talento. A veces daba la sensación de que los años no pasaban para ellos. En la mítica actuación de 1965, Fayard tenía 51 años y Harold 44. Su absoluta disciplina y cuidado hacía posible lo imposible.

 
 

Con el paso de los años, comenzaron a dar clases de baile a muchos artistas conocidos. Uno de sus alumnos más destacados en los años 70 fue Michael Jackson, el cual ensayaba durante incesantes horas todos los movimientos que aprendía de The Nicholas Brothers. A medida que iba pasando el tiempo, el reconocimiento en forma de galardones a estas dos increíbles figuras crecía tanto como el nivel de dificultad de su danza.

 
 

Por otro lado, también salen a la luz varios documentales en los que se aprecia la enorme seriedad con la que trabajaban. En 1978, entran en el salón de la fama de cineastas negros, también en el salón de la fama del mítico teatro Apollo de Harlem (1986) e incluso la revista afroamericana Ebony que les otorgó un premio por su contribución afro y su trayectoria (1987). No era de extrañar que  llegase su respectiva estrella en “el paseo de la fama” en 1994… 

Siendo muy ancianos, seguían demostrando gran amor por la danza aconsejando y mostrando su experiencia cuando podían. El pequeño de los hermanos, Harold, falleció el 3 de julio del 2000. Fayard, el mayor, tardó más en despedirse del mundo y murió el 24 de enero del 2006.

 
La música deja de ser ruido cuando suena el silencio que la compone…
Sé silencio para el ruido, sé ritmo para lo estático y baila para siempre
— (Bronny)