Memorias antirracistas.
Las comunidades Afrodescendientes, Africanas, Moras/ Musulmanas, Romaní (Gitanas), de Abya Yala, Indígenas, Caribeñas y Asiáticas nos unimos para recordar y tejer nuestras memorias históricas antirracistas frente a la amnesia colonial e imperialista que afecta a nuestra sociedad.
Desde nuestras trayectorias de vida comunitarias entendemos que el colonialismo y el racismo estructural son dos cuestiones históricas que todavía están presentes en todos los ámbitos donde se desarrollan nuestras vidas. Ante esta situación sólo vemos dos alternativas: o nos responsabilizamos políticamente en construir una sociedad antirracista o seguimos siendo una sociedad racista.
Nuestra posición política nos convierte en algo que muchas saben, pero pocas quieren visibilizar: somos un problema para la mayor parte de esta sociedad. Nos convertimos en un problema porque estamos en contra de la explotación, estamos en contra de la exclusión y la segregación, estamos en contra de la desigualdad, estamos en contra de la supremacía blanca, del extractivismo, estamos en contra de la opresión colonialista, racial, sexual, capacitista, heterosexual y clasista. En definitiva, estamos en contra del capitalismo racial que sostiene a Occidente.
Las redadas racistas, los Centros de Internamiento de Extranjeros, el no cumplimiento de los derechos sociales, laborales, políticos, civiles y económicos de los y las trabajadoras del hogar y de los cuidados, la explotación laboral de las personas migrantes y racializadas, en especial las que se encuentran en los campos de Andalucía, la segregación, guetización y la violencia racista que hay en colegios, institutos y universidades, la separación de familias por quitas de custodias que se sustentan en razones racistas y clasistas, la estafa hipotecaria, la expulsión de familias de sus hogares y el racismo a la hora de alquilar un piso que vivimos muchas migrantes , gitanas y racializadas, la negación de la asistencia sanitaria, la pervivencia de calles, plazas y monumentos en honor a personas y hechos históricos que fueron parte de la persecución, intentos de exterminación y explotación histórica de nuestras comunidades, la situación de abandono en la que se encuentran muchas personas con estatus de refugiados y también en la que se encuentran las personas trans migrantes y refugiadas que pelean por un nombre, la criminalización y persecución a la que se ven sometidos nuestros niños y niñas que migran solos, la no convalidación de estudios y experiencias laborales que condenan a personas migrantes a trabajos precarios no vinculados con su formación; estas son sólo algunas de las maneras en las que se manifiesta el racismo institucional y social en este país y por eso nos convertimos, para una parte de esta sociedad, en algo incómodo porque señalamos las lógicas colonialistas y racistas que están presentes en la actualidad.
No podemos hablar en nuestra sociedad de democracia sin tener entre nuestros objetivos la derogación de la Ley de Extranjería por ser uno de los principales mecanismos que sirven para decidir quién merece vivir o no en nuestra sociedad. No podemos hablar de Memoria Histórica sin mencionar nuestras memorias de resistencias y a todas aquellas que han sido asesinadas por las políticas migratorias racistas ni de los genocidios, esterilizaciones forzosas y pogromos antigitanos que repetitivamente se suceden en la Unión Europea y España, así como de los 600 años de persecuciones, las 250 pragmáticas y leyes antigitanas, la guerra civil y el asesinato de nuestra lengua madre el Rromano, en el estado español. No se puede hablar sobre protección de los derechos laborales sin tener en cuenta que existe una segregación racial en el mercado de trabajo, no podemos hablar de justicia sin hablar de justicia racial y anti- colonial, no se puede hablar de lucha contra el cambio climático sin cuestionar el papel histórico que el proyecto civilizatorio europeo ha tenido en esta problemática.
No habrá ni descanso ni tranquilidad en este país hasta que a nuestras comunidades se les garanticen todos sus derechos, tengamos o no papeles. La fuerza de la lucha antirracista y por los derechos de las personas migrantes continuará sacudiendo los cimientos de esta sociedad hasta conseguirlos.
Nuestras acciones políticas están íntimamente conectadas con las luchas de los Sures, con los levantamientos de los diferentes pueblos que conforman Abya Yala, el Caribe, Asia y África, sus victorias son las nuestras, sus fuerzas nos ayudan a luchar desde la Metrópoli para poner fin a las políticas neoliberales que este capitalismo racial lleva imponiendo durante siglos a gran parte del mundo.
Nosotras no ocupamos las calles para visibilizarnos como víctimas, ni queremos apelar a la moralidad de esta sociedad para sentirnos integrados, integradas e integrades, nosotras ocupamos las calles y nos organizamos para reivindicarnos como sujetos políticos que aman, honran y respetan profundamente sus orígenes y que quieren enfrentar a toda aquella persona, organización e institución que niegue la diversa vida de nuestras comunidades.
Porque nosotras sabemos más que nadie que si no nos organizamos nadie va a velar por el cumplimiento de nuestros derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, si no nos organizamos, en conexión con los Sures, seguirán impulsando políticas neo- colonialistas desde las Metrópolis. Si no nos unimos entre todas aquellas que luchamos contra el racismo, el machismo, la defensa de las disidencias sexuales, el clasismo; las que luchamos contra toda discriminación estructural e histórica, contra la explotación de nuestros territorios, ellos, los que defienden desde las instituciones, políticas contrarias a nuestras vidas, se unirán contra nosotras, nosotros y nosotres.
Por todas las razones expuestas saldremos a las calles el próximo domingo 17 de noviembre, empezaremos a las 17:00 pm en Cibeles y terminaremos el recorrido en Sol. Marcharemos todas aquellas que creemos en la justicia y en la libertad, todas aquellas que comprenden que su destino está unido al nuestro y sus derechos están inextricablemente ligados a los nuestros. Nuestras memorias antirracista frente a su amnesia colonial y racista. Estamos unidas a la lucha de nuestros pueblos que en este momento en diferentes partes del mundo se están levantando, y gritamos junto a ellas NO MÁS no vamos a seguir sosteniendo este sistema de explotación racista.
Por la vida frente a sus políticas de muerte!
Por nuestros antepasados, por el futuro, luz, memoria y resistencia!