Recuerdo muy bien ese año allá por el 2000.
Tenía 6 años, era curiosa, inquieta observaba todo.
Había llegado a un país desconocido.
 

A pesar de mi niñez era muy consciente.¿Mamá dónde están los niñxs?

Era verano y yo estaba en Madrid sin nadie con quién jugar.
Llegó septiembre, primer día de clase, estaba aterrorizada... No sabía lo que me esperaba...

Entre lágrimas solté la mano de mamá.
 

Todo va a estar bien-me dijo- y en el fondo sentía el mismo temor...
La única niña negra del colegio, todxs me miraban, todxs me observaban.

Y un día lo oí:
¡Negra! ¡Negra! Estás sucia, no te duchas!!
Llegué llorando a casa a abrazar a mamá.
-Hija, no les hagas caso. En verano querrán ser como tú, eres negra y no es algo malo.- Contesta: Sí, soy negra y muy orgullosa!
Por dentro mamá ardía de rabia, nadie tenía derecho a dañar a su pequeña...

Cada mañana era la niña negra de la clase, la distinta, la diferente.
Aprendí a llevarlo con la cabeza al frente.
Los días pasaban y escuchaba
Negra, negra vete a tu país!
Pero mi corazón era intocable.

Años tardé en amar mi cabello, quería encajar con los demás...para ellos todo era más fácil...
¿En tu país correis delante de los leones?
¿En tu país también hay blancos?
Me pasmaban las preguntas, pero
nadie podía arrugarme, creció mi orgullo,

No había rabia solo inocencia, nada de rencor...
Creció en mí el compromiso por abrir las mentes de los ignorantes, de enseñarles de dónde vengo, de hasta dónde era capaz de llegar.
Y fui creciendo, y haciéndome entre diferentes, en un lugar al que no pertenecía, España un lugar del que nunca me sentí... Y a día de hoy, a pesar de todo, sigue sin poder dañarme cualquiera de esos comentarios. Desde esa vez nunca más.
A día de hoy sigo sin rencor, pero con rabia constructiva, sigo viendo venir aquellas preguntas, esos comentarios...

Pero también sigo haciéndoles ver lo que soy: UNA MUJER Y ORGULLOSAMENTE NEGRA QUE CRECIÓ ENTRE DIFERENTES