Maní, bendito tesoro

Texto: Abi Sila

Maní, cacahuete, caguete, peanut, groundnut… como quiera que lo llames en tu país, esta legumbre está deliciosa.  Para aquellos que tienen alergia, solo hablar de ello genera rechazo y picor, pero para el resto de la resistencia, el cacahuete es una bendición.

Advertencia para aquellas personas que sean alérgicxs al cacahuete: tiene diversos alérgenos que afectan a la salud si entran en contacto o ingieren el producto, pero leer el artículo no genera ningún tipo de reacción o síntoma.

Se desconoce el origen exacto del cacahuete, pero es seguro que es nativo de América del Sur. Llegó a Guinea por el tráfico de esclavos y a partir de ahí, comienza una gran historia gastronómica que ha alimentado y enriquecido a la población por los siglos de los siglos. Que nadie se confunda cuando exclamo que ahí comienza una gran historia gastronómica. No tenemos nada que agradecer a la colonización.  El producto hubiera llegado igualmente al continente por medios más humanos o simple y llanamente por medio del capitalismo. Pero el origen es el que es.

En el mundo se producen millones de toneladas de cacahuete y el continente con mayor distribución es África. Forman parte de la familia de las legumbres, que incluyen a los frijoles, lentejas, guisantes y otros alimentos. Sus flores nacen por encima del suelo mientras que sus frutos (cacahuetes) se desarrollan bajo tierra.

Planta del cacahuete - Fuente Curiosfera historia

Nigeria es el mayor productor de África occidental con un 51% de la producción de la región. El maní es una fuente importante de aceite comestible y genera mucha mano de obra para los pequeños agricultores. Al ser un cultivo intensivo, genera empleo para la población rural. Las tres tribus principales de Nigeria (yoruba, hausa e Ibo) lo tienen como fuente de consumo principal. Del cacahuete aprovechan y consumen su aceite, la pasta para caldos y salsas; y lo toman crudo, hervido o tostado. Tienen la creencia de que es "riqueza de mujeres" o "tesoro de mujeres" y como muchos de los productos que ingerimos, el cacahuete además de nutritivo también es medicinal.

El cacahuete en un snack típico y habitual en los puestos locales callejeros o en tiendas. Se tuestan y se envasan en botellas, para luego vender en raciones. Mucho más típico es consumirlo junto con bananas. De hecho, la mayoría no concibe tomar un producto sin el otro y todo puesto que vende cacahuete, vende también banana.

En la imagen se puede ver al cantante Kcee comprando en un puesto local. Fuente Nairaland

Su valor alimenticio es impresionante, no solo es rico en fibra si no que contiene 13 vitaminas y 26 minerales. Aunque ciertamente es alto en grasas y tiene más calorías que el azúcar. En varios estudios clínicos realizados se ha comprobado que todas las variedades de maní disminuyeron significativamente la presión arterial diastólica media en todos los participantes del estudio. Para aquellos que tenían presión arterial alta, los cambios fueron mayores. Descubrieron que las personas que comían maní al menos dos veces por semana, tenían un 15% menos de riesgo de contraer una enfermedad cardíaca y un 13% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en comparación con quienes nunca o rara vez comían este alimento. Los cacahuetes también contienen vitamina E con efectos antioxidantes y protegen contra la inflamación. Muchos nutricionistas incluyen la manteca de cacahuete en sus dietas ya que no nos olvidemos, es una legumbre y es una manera de aumentar el contenido energético de la dieta de forma saludable, puesto que las legumbres aportan principalmente grasas saludables, además de una proporción nada despreciable de proteínas.

En México se han desarrollado diversos usos con la cáscara de maní. Se utiliza la cáscara como comida para los rumiantes, ya que es una fuente de fibra muy efectiva. También funciona como abono orgánico para plantaciones y es un material básico para hacer ladrillos o placas para la construcción. Se usa como combustible e inclusive como base para elaborar detergente.

También se usa para comer 😊. Unos los toman con la piel, otros los tuestan y se la quitan (es mucho más fácil retirar la piel una vez tostado). A algunos les gustan fríos y a otros calientes.

En Guinea hay un snack muy típico llamado Concodo que carameliza los cacahuetes pelados y los deja enfriar en pequeñas porciones para que el caramelo quede compactado junto con los cacahuetes.

Hoy os traigo una receta muy sencilla y rica: sopa o guiso con salsa de cacahuete que como siempre podéis adaptar con los ingredientes que más os gusten. Para aquellos que no queráis obtener la pasta de cacahuete por vosotros mismos, en cualquier comercio hoy en día se vende pasta o mantequilla de cacahuete lista para consumir. Pero siempre que se pueda acordaos de mirar el origen del producto, para ser conscientes de lo que estamos consumiendo. También es importante que no tenga azúcar. Que sea 100% cacahuete.

Ingredientes

·         Carne/Pollo al gusto

·         Cebolla

·         Ajo

·         Tomate

·         Pasta de cacahuete

·         Sal y pimienta al gusto

Lo primero que os explico, es cómo obtener la pasta de cacahuete de manera casera. Necesitáis cacahuetes naturales sin cáscara, pelados y sin salar.  En caso que el cacahuete le falte uno de los procesos, podéis completarlos vosotros en casa. Si necesitáis quitarle la piel al cacahuete (la piel rojiza, no la cáscara) lo mejor es tostarlos ligeramente y pelarlos antes de que se enfríen. Tritura los cacahuetes hasta que prácticamente no queden trozos perceptibles. Puesto que lo que queremos es realizar una salsa con la pasta, puedes agregar agua para facilitar el triturado. Si se fuera a consumir como mantequilla de cacahuete, habría que triturarlo sin nada. Tienes que echar la cantidad de agua necesaria para que tenga la consistencia de un batido aguado. La proporción podría ser ¾ litro de agua por 250 gr de cacahuete pelado.

A continuación tocaría sazonar y condimentar al gusto la carne. Si la carne no es tierna conviene ponerla a hervir junto con los sazones para que se ablande un poco. Tampoco la hiervas mucho puesto que luego hervirá también en la cocción del guiso. Si no simplemente freír y reservar.

Después pica la cebolla y el ajo y ponlos a pochar hasta que empiecen a dorarse. Añade el tomate picado o triturado y fríe hasta que quede reducido.

Añade el batido anteriormente preparado de cacahuete al sofrito. En caso de que la pasta venga preparada, disuelve en agua caliente o caldo de carne hasta que quede totalmente disuelto y líquido y añádelo.

Ponlo a hervir a fuego medio hasta que espese y comience a soltar su propio aceite. Este es el punto óptimo de hervor. Cuando se alcance este punto, añade la carne y deja hervir unos 10 minutos más a fuego lento y…¡Listo!

También os dejo la receta del delicioso Mafe que es un plato típico de Senegal cuya base es también el cacahuete.

La resistencia está en la calle, pero también en nuestros platos. No olvidéis comer como lo hacían nuestros antaños. Buen provecho.