Afrocolombianidad a punta de rap folcrórico
Hoy 21 de mayo, en Colombia pero también aquí en la diáspora, celebramos el Día de la Afrocolombianidad todxs aquellxs que nacimos y pertenecemos a esa linda tierra de esmeraldas con aroma de café. Y hoy quería compartir este día a través de la música y de la lengua. Y acercarles el grupo Kombilesa Mi que en lengua palenquera significa Mis amigos, para que puedan viajar en estos tiempos de encierro.
Para lxs que no sepan, San Basilio de Palenque, en la costa atlántica colombiana, fue el primer pueblo negro libre de América y hoy todavía sigue resistiendo con sus cerca de 4000 habitantes. Tiene su propia lengua-el palenquero que es una mezcla entre el español,portugués y lenguas bantúes de África central- su gastronomía, y sobretodo su música.
Cuando conocí Kombilesa Mi, este grupo de nueve jóvenes palenquerxs, me inspiré. Por su proyecto, por sus ritmos, por su sabor y más aún por su compromiso con la cultura. Nacieron en 2011 y se les ocurrió la maravillosa idea de fusionar el rap con ritmos tradicionales como el bullerengue, la champeta y los instrumentos tradicionales de la comunidad palenquera como la tambora, el tambor alegre, la marímbula, el llamador y las maracas que son pura herencia africana. Fusionaron la tradición con lo contemporáneo, lo rural con lo urbano, de manera que podían compartir el legado de sus ancestros y mayores y llegar también a los más jóvenes. Además decidieron componer sus letras en lengua palenquera para que así aprendiéramos y nos reconociéramos también como descendientes de aquéllos que resistieron con libertad y decirnos que es importante que no se pierda la herencia oral que dejaron.
En el primer álbum que este grupo lanzó hablan de cómo es Palenque y su historia, de la importancia de sus Kuagro (grupos de edades) o del peso que tienen las mujeres en la comunidad, toda una declaración de intenciones. Kombilesa Mi nació para continuar trazando el camino de la libertad y poner a Palenque de nuevo en nuestra sangre; nació para hacernos regresar a nuestra tierra a lxs que estamos tan lejos de ella, para preservar la africanidad más pura que hay en Colombia, para hacernos bailar. También para recordarnos como dicen en su canción “Los peinados” que, nuestro pelo tiene historia y tenemos que amarlo con devoción.
Para lxs que estamos tan lejos de allí y crecimos con esa falta de respuestas sobre nuestra identidad, el trabajo de Kombilesa Mi nos muestra el horizonte, nos despeja la mente de las nubes de la duda y nos sitúa en unas tierras que llevamos dentro de nosotrxs mismos en vez de en el limbo al que estamos acostumbradxs. Su música hace que nos sintamos acompañadxs en el ejercicio de reconstruirnos y reconocernos. Para lxs que la música es un pilar en nuestro día a día y somos más sonoros, encontrar este tipo de proyectos nos alimenta, nos brinda nuevas herramientas para continuar redescubriendo nuestra cultura, y nos ayuda a resolver los porqués.
Por eso quisiera destacar la importancia que tienen las disciplinas artísticas, diría que si son importantes en cualquier comunidad, en la nuestra el triple. A veces nos sumergimos en el mundo intelectual y olvidamos la oralidad que ha preservado tanto legado. Solo me queda decir gracias hermanxs de Kombilesa Mi por devolvernos a esas formas de aprender y compartir tan propias de nuestras comunidades africanas, porque en nuestros bailes, en nuestros ritmos y en nuestras lenguas hay mucho más conocimiento que en cualquier biblioteca. Gracias por despertarnos el cuerpo y la musicalidad ancestral este 21 de mayo.
¡Celebremos nuestra afrocolombianidad, celebremos nuestra herencia!