LAS DOS GUERRAS: Capitulo I

 
Tirailleurs sénégalais Dunkerque en 1940. Fuente Flickr

Tirailleurs sénégalais Dunkerque en 1940. Fuente Flickr

 

Por: Bronny

Si hay un conflicto cuyo eco aún resuena a día de hoy, ese es la Segunda Guerra Mundial. Era 1 de septiembre de 1939, cuando la Alemania Nazi invadió Polonia, desatando el enfado político de Reino unido y Francia. Dos días después, el 3 de septiembre, estas dos potencias declararían la guerra a Alemania, dando así inicio a la guerra más cruenta hasta la fecha que tuvo lugar hasta 1945. 

Mucho nos han contado y hemos leído sobre este monstruoso conflicto, pero casi siempre o en la mayor parte del tiempo, desde una perspectiva (melaníticamente) blanca. ¿Es forzosamente asumible que las personas negras jugaron un papel crucial en determinados momentos de la guerra? ¿Era la primera vez que participaban en mayor o menor medida personas negras en suelo europeo? Y si es así, ¿qué recibimiento tuvieron allá donde fueron destinados, en una época donde aún existían las colonias?Podríamos comenzar diciendo que, durante muchas décadas la Francia de la liberté, igualité y fraternité ocultó que gran parte de sus éxitos militares en la Segunda Guerra Mundial fueron llevados a cabo por negro africanos, entre otros, pero es interesante echar la vista atrás unos años, para así enmarcar bien el contexto que nos ocupa este escrito.

El 28 de junio de 1919, las potencias vencedoras de la recién terminada Primera Guerra Mundial, sus aliados, y los representantes del Reich Alemán se congregaron en el Palacio de Versalles para firmar un tratado de paz. Entre otros puntos a tener en cuenta, el tratado decía muy claramente que todas las áreas Alemanas al Oeste del río Rin hasta la ciudad de Colonia quedarían ocupadas por las potencias aliadas por un periodo de tres lustros. Sin olvidar que los territorios coloniales alemanes como Camerún, Togo, Namibia, Burundi, Ruanda, Tanzania (estos tres últimos territorios conocidos antes como África oriental alemana) fueron repartidos entre Francia, Reino Unido y Bélgica como si de un pastel se tratase. África nuevamente carecía de opinión ante los colonos y sus gentes pasaban a tener otro amo. La región del Sarre y Renania eran las que debían ser ocupadas por los aliados a partir de enero de 1920. Esta región fue administrada casi en su totalidad por Francia. La particularidad de esta ocupación es que una quinta parte del ejército francés de ocupación provenía de las colonias francesas, o en otras palabras, no eran blancos. Algunos venían de Vietnam y otros muchos de Senegal, Malí, Marruecos, etc. Los alemanes vieron esto como una gran humillación, pues no solo habían perdido territorio, sino que además el mismo estaba militarizado por personas que consideraban inferiores. 

Pese a que el racismo científico no era algo nuevo en Alemania (conviene recordar que Alemania desarrolló campos de concentración décadas antes del Holocausto en algunas de sus colonias a principios del siglo XX). Los prejuicios hacia todo lo que no fuese blanco se alimentaban a pasos agigantados con la presencia de militares negros en suelo alemán. Estos soldados que eran obligados a representar a la fuerza militar francesa, aun cuando este país dominaba cada área de su lugar de origen, en el mejor de los casos eran ciudadanos de segunda, con más deberes para con el imperio que derechos como personas. El sentimiento xenófobo y particularmente anti negro que se destilaba con mayor fuerza en Alemania caminaba con cierto paralelismo por la difícil situación en Estados Unidos. En estos años la implantación de la idea del  “mito del violador negro” logró que no pocas personas blancas diesen por hecho que los hombres negros eran unos violadores PER-SE y por lo tanto, las consecuencias de sus actos debían de ser castigadas. De este modo se justificó el abuso a miles de mujeres y niñxs y el asesinato de miles de varones. Esta idealización de la justicia al negro cayó muy bien en las regiones alemanas ocupadas de la época (principio de los años 20) donde se empezaban a ver mujeres blancas con hombres extranjeros no blancos y más tarde, hijxs mestizos. Éstos eran seres que eran una ofensa llevada por los judíos según expresaba el propio Hitler en su libro “Mein kampf” en 1925.

Para 1935 y a un año de las olimpiadas de Berlín donde el afroestadounidense Jesse Owens superó las expectativas nazis, la región del Sarre y Renania en la parte germana que había sido ocupada por Francia, ya estaban bajo dominio Nazi. El país estaba experimentando un milagro económico, militar y científico sin precedentes destinado a hacer el mal. En 1937 Adolf Hitler emitió “la orden secreta” para los “DER UNTERMENSCH” (subhumanos). Se aprobó un plan de esterilización para los hijxs de las parejas interraciales de Renania, 400 niños fueron privados de tener descendencia. La idea era evitar que perturbaran a la raza blanca y su cultura, para lo que también prohibieron el jazz por considerarlo de baja moral e inferior para con la raza Aria.

(Es importante matizar algo, pese a todo este sentimiento anti negro en la Alemania de la época, no existía un marco legal que definiese patrones de castigo hacia las personas negras como sí ocurría en EE.UU).

Entrevista entre Amin y Hitler (1941) Fuente Wikimedia Commons

Entrevista entre Amin y Hitler (1941) Fuente Wikimedia Commons

Una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial, las contradicciones ideológicas entran en la arena política. Palestina que en ese momento estaba bajo dominio inglés, entabla conversaciones con el III Reich Alemán. Concretamente el líder religioso Amin AL Husayni se entrevista en Berlín con Adolf Hitler (1941). En estos momentos lo que les unía era un total rechazo a los ingleses y un profundo desprecio a los judíos. A continuación, se crea “La legión árabe libre” que incluía a personas negras y de otras razas que indirectamente pasan a ser aliados de la Alemania Nazi. El mundo al revés, pues en otro contexto y basándonos en la especificación de lo que suponía la raza Aria, estas personas no blancas habrían corrido la misma suerte que el resto de asesinados por el régimen Nazi.

Cuando los alemanes invaden Francia, había cerca de 100.000 militares negros defendiéndola. A pesar de contar con una potencia militar superior a la francesa, los militares germanos vieron que la resistencia ofrecida por esas personas -que consideraban infra humanos- les causaban más bajas de las esperadas al tratar de conquistar la ciudad de Lyon, lo cual trajo consecuencias directas a los soldados negros franceses. Una vez les hicieron prisioneros, los separaron de los blancos. Fueron obligados a caminar 2km y acabaron fusilados ante sus compañeros blancos. Algunas fuentes destacan que los fusilamientos ascienden a más de 200 soldados negros, otras a menos de 100. Esto ocurrió el 19 de junio de 1940. Hoy lo conocemos como “La masacre de Chasselay”. Cuando Francia cayó, 17.000 soldados negros habían sido asesinados pese a rendirse.

La Masacre de Chasselay, junio 20, 1940. © Baptiste Garin. Fuente France24

La Masacre de Chasselay, junio 20, 1940. © Baptiste Garin. Fuente France24

En Alemania se había alimentado el odio anti negro, especialmente tras terminar la Primera Guerra Mundial y se había acentuado con cada triunfo del partido Nazi. De 12 diputados en 1928 pasan a 228 en 1932. El énfasis extremista se consolida con Hitler a la cabeza en 1933 y con la muerte del Presidente Hindenburg en agosto de 1934. Hitler, tras convertirse en Führer y líder supremo de todo el Estado, transforma Alemania en una super potencia totalitaria, que recoge todo ese rechazo racial y xenófobo en un ejército cada vez más numeroso y más racista.

A principios de los años 40, Francia disponía de cientos de miles de soldados negros en sus filas, provenientes de Mali, Chad, Togo, Guinea Conakry, Senegal, Burkina Faso, Gabón, etc., a los que el país galo prometió garantías de una vida alejada de la miseria provocada por Francia en sus lugares de origen, les prometía plena ciudadanía, un trato digno para ellos y sus familias y el oportuno pago por formar parte del ejército. Muchos de estos soldados negro africanos y franceses afrodescendientes querían demostrar su valía y su capacidad en el frente, obviando que ni eran vistos como iguales en esos momentos ni serían vistos como iguales después…

A medida que los aliados por un lado y la Unión Soviética por otro iban ganando terreno y reconquistando lo anteriormente invadido por los Nazis, la moral iba en aumento en el bando de “los buenos”. Y es que, para 1944 Alemania estaba tocada aunque aún peleaba con gran fiereza y sin rendirse.

En la liberación de Francia participaron 400.000 soldados negro africanos y afro franceses. En 1944 la reconquista de París era inminente y lo curioso es que iba a ser llevada a cabo en su gran mayoría por soldados negros. Sin embargo, desde el gobierno se decide que tal proeza debe ser llevada a cabo por soldados blancos. En esos momentos, la única formación compuesta solo por soldados blancos estaba en suelo africano, más concretamente en Marruecos, a los cuales se transportó a Francia con la misión de liberar París. A este vergonzoso evento se le conoce como “El blanqueamiento de Charles de Gaulle”, como el líder de la resistencia Gala y futuro presidente de Francia. 

Para mas IN-RI a estos soldados negros no solo se les negó la ciudadanía prometida sino que tampoco se les pagó, cosa que sí sucedió con sus compañeros blancos. Muchos de ellos tras rebelarse ya en suelo africano por el injusto trato por parte de Francia, fueron cruelmente castigados por el gobierno racista Galo de la época.

El 1 de diciembre de 1944, Francia ataca la ciudad de Dakar en Senegal. Los mismos soldados que habían prestado su tiempo, energías y fuerzas a la liberación de París y a otros eventos bélicos para el disfrute de Francia tiempo atrás, ahora estaban siendo asesinados. A este cruel evento se le conoce como “La masacre de Thiaroye”.

Plaza que rinde homenaje a los mártires de Thiaroye, Bamaco. Fuente Senenews.

Plaza que rinde homenaje a los mártires de Thiaroye, Bamaco. Fuente Senenews.

A día de hoy, la versión oficial habla de 35 muertes, quienes lo vivieron y sobrevivieron aseguran que se asesinó a 300 personas. Durante mucho tiempo Francia no reconoció este crimen ni aceptó el peso del prejuicio racial en cada una de sus acciones antes, durante y después de la guerra

La humillación aún no había terminado, pues una vez finalizado el conflicto, los militares franceses desfilaron ante la ciudadanía en París y a los miles de soldados negros africanos y afrodescendientes que habían hecho inclinar la balanza del lado aliado y Francés no se les permitió participar en este evento.         Varios años después, el país galo continuó lucrándose de la riqueza que ofrecía el suelo de sus colonias mientras estas continuaban empobrecidas y con el anhelo de libertad.

La libertad se viste de sonrisas, la lucha de esperanza,
pero el tejido que une el presente con el futuro son los sueños.
Soñemos desde la libertad, caminemos desde la esperanza, vivamos desde el amor
— Bronny