Gloria Mbilla, Khaled, Manuela Villa, Bruno Delgordo, John Sam gracias por ayudarnos compartiendo con todxs nosotrxs  vuestros relatos.

 

 
 
 

Khaled Soliman IG:@khaled_sinatra

“No te imaginas el daño que hacía que te llamaran negro, café con leche o que te dijeran “vete a tu país”... esas mierdas eran terribles cuando eres un niño. Y por supuesto que tiene las peores consecuencias posibles: te sientes reducido, menospreciado y diferente sin motivo alguno. Al final, de mayor lo superas, pero es un obstáculo que merma tu confianza en el momento en el que la estás construyendo

 

 

Manuela Villa FB: Manuela Villa


“De pequeña en el colegio se metían conmigo por el color de mi piel, por mi acento o por mis peinados trenzados y por mis vestidos de colores. Crecí con la frase, dicha por personas blancas: “es que eres muy sensible, no es para tanto, los niños son crueles por naturaleza, si no te llamasen sudaca de mierda se meterían con tu altura o con cualquier otra cosa” Ahora soy madre, y he aprendido que a los niños se les educa para respetarse a sí mismos y a todos los demás, independientemente de si son negros, marrones, en riesgo de exclusión o viviendo en la calle... Cortemos el racismo de raíz en nuestras escuelas. “ Gracias Revista Negrxs Magaz Ine por hacer estos proyectos tan necesarios.

 

 

Bruno Delgordo


“En el colegio, algunos niños no me dejaban beber agua de la misma fuente que ellos, porque era negro, y les daba asco. “

 

John Sam : Educar prepara y fortalece

 

Las aulas pueden ser el epicentro de la transmisión de cultura. Un lugar estimulante y de lo más enriquecedor. Aunque no debemos pasar por alto que lxs docentes son personas que pueden estar cargadas de prejuicios. Lxs alumnxs también, pero hoy me centraré en lxs maestrxs.

A lo largo de mi carrera académica, he escuchado comentarios racistas de personas encargadas de desarrollar las facultades intelectuales y morales de lxs estudiantes. No quiero centrarme tanto en el contenido explícito, sino en cómo un comentario inocente puede transmitir un sesgo.

Si bien es cierto que nuestro diccionario o nuestro refranero contiene expresiones que deberíamos reexaminar: “como moros sin señor”, “hacer el indio”, “como comparar a dios con un gitano”… y que podemos recitar sin reparar en la maldad subyacente, considero necesario que nuestros docentes revisen su forma de comunicar.

Por otro lado, los rasgos propios de una persona racializada son susceptibles de ser denostados y, precisamente por eso, creo que tanto en casa como en las aulas, tenemos el deber de reforzar a lxs jóvenes el valor de su propia identidad.

Y si voy a comparar a dios, que no sea con un razonamiento basado en la existencia de una comunidad considerada inferior, sino entendiendo que todo ser humano con sus diferencias y proximidades, es semejante a otro. Entendiendo sobre todo, que educar debe preparar y fortalecer.