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#racismoesbullying

(Por Lucía- Asué Mbomío Rubio)

 

Cuando miramos al futuro tendemos a creer que el mundo que podrán ver nuestros ojos será diferente. En ocasiones, sucede que el presente voraz y urgente lo trae y nos regala unos avances prematuros que nos obligan a bregar con máquinas que jamás imaginamos. El tiempo pasa y la tecnología se dispara, sí ¿pero qué hay de las conciencias? ¿y del progreso social y mental? A veces pienso que nacieron muertos. ¿Cómo es posible si no, que 30 años después de mi primer día de colegio, lxs niñxs sigan encontrándose con situaciones exactamente iguales que las que vivieron/vivimos mis coetánexs? Y sí, adivinaron, hablo de racismo y de bullying, de vejaciones, de depresiones infantiles y de padecimiento, de tener que defendernos en un momento de la vida en el que sólo tendríamos que dedicarnos a jugar. Pero también me refiero a la manera en la que se encajan nuestras denuncias, restándolas importancia, haciéndolas pequeñitas porque “sólo son cosas de niñxs”. La entrevista que leerán a continuación demuestra que nada es menudo si el sufrimiento es grande y antiguo. El racismo, por desgracia, lo es.

 

¿Quièn es H?

Es mi hija. Nació en Madrid hace 11 años, es una niña negra fruto de la diversidad cultural y racial que tenemos en España . Su padre es dominicano y yo soy de origen argentino. 

 

¿Y cómo es ella?

Es una niña tímida, muy solidaria y buena. Nos dice que de mayor quiere ser educadora de niños con necesidades especiales. 

 

Recientemente, ha tenido problemas en el colegio, ¿de qué tipo?

Lleva sufriendo racismo en el colegio desde que entró, con 3 años. Venía del colegio llorando porque la llamaban negra de m... y le decían que no querían jugar con niñxs de su color. 

 

Conseguimos que, trabajando su autoestima, esos comentarios no le dolieran y simplemente los ignorase, pues la dirección del colegio nos contestó a nuestras quejas que la niña debía acostumbrarse a ello y que no era negra, sino marroncita "color chocolate".

 

 La peor parte llegó el curso pasado, cuando empezaron un acoso y persecución brutal por parte de un grupo de compañeras de clase. En clase la insultaban, en los recreos también, la aislaban socialmente y la amenazaban. Incluso, hubo agresiones físicas. Este grupo de niñas no permitían siquiera que otrxs niñxs saludaran a mi hija, porque les pegaban o les empezaban a gritar diciéndoles que no se acercaran a ella.

Se metían con su pelo, con su forma de vestir, de hablar. Con todo. 

 

¿Cómo te diste tú cuenta?

La niña me empezó a transmitir su angustia ante unas actitudes que se repetían de forma reiterada por parte de sus compañeras. Empezó a tener ataques de llanto y mucha agresividad. Dejaba exámenes en blanco por la angustia que le provocaba oír los insultos en voz baja y las malas miradas de sus compañeras ante la pasividad de los profesores. Al poco tiempo, empezaron las pesadillas y el aumento de peso, la niña llegaba del colegio y no se saciaba con nada, comía compulsivamente. Me decía incluso que se le nublaba la vista. Poco tiempo después supe que,  según me comentaron  diferentes expertos, eran peligrosas reacciones psicosomáticas a raíz del acoso que, incluso, podrían haber derivado en autolesiones, como en muchos casos de acoso y, en los casos más trágicos, el suicidio.

 

¿Cómo te sentiste tú?

Me sentía impotente. Llena de rabia. No podía entender por qué era tan difícil detener ese maltrato hacia mi hija y tomar medidas por parte del colegio. Es la sensación de angustia más tremenda que he tenido en mi vida. En el trabajo miraba al móvil pensando que en cualquier momento iba a sonar y sería del colegio para decirme que a la niña le había pasado algo. Sentía que a mi hija la dejaba en un sitio expuesta y completamente desprotegida.

 

Tú eres blanca, ¿eso provoca que hayas sido percibida diferente a nivel social que tu hija? ¿La infancia de una niña blanca en España puede ser diferente a la de una niña negra?

Por supuesto. Es diferente sin lugar a dudas. Yo soy blanca y nacida en Argentina, a mí nadie me ha preguntado de dónde soy ya que tengo el perfil europeo. A mi hija la ven por la calle y me han llegado a preguntar que de dónde la he traído. Creen que es adoptada. A los negros se les mira de forma completamente diferente, existe un racismo inconsciente en la sociedad.

 

¿Imaginabas que tu hija podía encontrarse con este tipo de situaciones?

Imaginaba que nos encontraríamos con situaciones puntuales de racismo, pero jamás de esta forma tan reiterada en el tiempo y, menos aún, dentro de una institución  pública.

 

¿Cuál fue tu reacción hacia ella?

Al principio intenté que reaccionara, que se defendiera. Al poco tiempo vi el claro desequilibrio de poder, que mi hija estaba sola frente a un número de niñas bastante grande y que era imposible. En ese momento lo que hice fue dejarle claro que iba a protegerla y que no permitiría que esto continuase.

 

¿En ningún momento se habían puesto en contacto contigo desde el colegio?

En todo momento era yo la que tenía que reclamar y exigir que tomasen medidas. Tuve que rogarles que protegieran a mi hija. No me informaron en ningún momento sobre el estado del primer protocolo de acoso abierto, y sobre el segundo prácticamente igual. 

 

¿Cuál fue la reacción del colegio?

Cuando solicitamos la apertura del primer protocolo de acoso, de quitarle hierro, constantemente. Hicieron que mi hija pidiera perdón a sus acosadoras y cerraron el expediente indicando que había existido un conflicto grave, pero que no se podía calificar de acoso. 

 

Cuando todo éste tema salió a la luz pública a través de los medios (no sólo por el caso de mi hija, sino por más casos) y destituyeron a la directora, por parte de la Viceconsejería de educación y la presidenta de la CAM, se nos pidió confianza en la nueva dirección.

Pese a ello, en el segundo protocolo volvió a ocurrir más de lo mismo… La nueva directora me llegó a decir que tenía que tener un plan B y que debía ir buscando otros colegios, ya que ellxs no podían hacer nada por luchar contra las percepciones de mi hija. En todo momento tenía que justificar que mi hija estaba siendo maltratada.

 

¿Qué hubieras querido que hicieran?

Que aplicaran los protocolos establecidos en tiempo y forma, que protegieran a mi hija y sancionaran y reeducaran a sus acosadoras.

 

¿El racismo es bullying?

El bullying es una forma de discriminación. Según el protocolo de acoso escolar de la Comunidad de Madrid vigente, uno de los factores para ser víctima de bullying es pertenecer a un grupo étnico diferente.

 

Creo que todos los tipos de discriminaciones llevan implícitas una gran falta de empatía y respeto hacia los demás, y demuestran un verdadero problema en la sociedad. 

 

¿Cómo se ha desarrollado todo desde que denunciaste?

Tras la apertura del segundo protocolo, la niña fue diagnosticada de depresión a raíz del acoso al que estaba siendo sometida. Tomamos la decisión de cambiarla de colegio aconsejados por expertxs. Nos proporcionaron plaza en un nuevo colegio para H y para su hermana de 5 años. 

 

El protocolo de acoso, al marcharse mi hija, fue archivado y las menores no recibieron ninguna sanción correctiva. 

 

Respecto a la denuncia policial que pusimos, fuimos citados por la Fiscalía, que archivó el caso ya que, al ser menores de 14 años, son inimputables.  

 

¿Qué esperabas que hubiera sucedido?

Que se hubieran tomado las medidas necesarias para evitar que esto le vuelva a suceder a mi hija o a cualquier niñx.

Diferentes partidos políticos nos recibieron para interesarse por la situación que estábamos viviendo, pero ninguno se ha puesto a trabajar seriamente para que las cosas cambien y haya una legislación sería sobre el bullying y el racismo.

 

¿Cómo está tu hija ahora?

En el nuevo colegio ha vuelto a recuperar la sonrisa, la ilusión por vivir y la confianza en sí misma. Poco a poco se está recuperando. He visto nacer de nuevo a mi hija.

 

¿Qué estáis haciendo para paliar el dolor?

Darle mucho amor, intentamos empoderarla en todo momento y que esté orgullosa de su piel y de su forma de ser. Siempre que necesita hablar, la escuchamos, la dejamos expresar sus sentimientos y la arropamos.

 

¿Por qué es importante no quedarse en la frase "esto son cosas de niñxs"?

Porque no son cosas de niñxs. El acoso escolar siempre ha estado presente, y lamentablemente es algo que irá a más si no se le pone freno. No es un juego lastimar al otro sin importar el dolor que le provoques.

 

¿Qué consejos le darías a otrxs padres y madres ?

Que denuncien, que luchen, que no se queden con un “es normal” por respuesta. No es normal el racismo, nadie tiene que lastimar y dañar a nuestros hijos por el color de su piel. Si todos denunciamos tanto a los colegios como  a las instituciones que hacen oídos sordos y acudimos a los medios de comunicación y redes sociales, se podrá construir un cambio en éste país. La unión hace la fuerza, y el inconformismo también.

 

¿Por qué has decidido participar en esta entrevista?

Porque creo que lo que le ocurrió a mi hija es tremendamente grave como para quedarse en el olvido. Para que otras familias y niños que estén viviendo lo mismo que vivimos nosotros  sepan que hay una salida. Para que las cosas cambien. 

El silencio no es una opción.

 

¿Qué te parece nuestra campaña #racismoesbullying?

Muy positiva. Creo que ya era tiempo de que la comunidad afro levante su voz y diga que hasta aquí hemos llegado. Yo lo he hecho, así que espero que mucha gente más lo haga. 

 

La madre de H, a quien agradecemos enormemente su participación, inaugura una campaña que pretende que hablemos de nuestras vivencias con el fin de poner sobre la mesa un problema real que, sólo así, podremos ponerle solución.